Queridas Familias:
Seguimos subiendo actividades en el blog. Les
agradecemos la disposición en el acompañamiento de sus hijos e hijas, nosotros
vamos trabajando para estar cada vez un poco más cerca, a pesar de la
distancia.
Les dejamos una historia para compartir:
Un día me sentí muy mal… Fui
al bosque para hablar con un anciano que decían, era muy sabio.
- ¿Podría darme una buena
razón para no darme por vencido? Le pregunté.
- Mirá a tu alrededor, me
respondió, ¿ves el helecho y el bambú?
-Sí, respondí.
-Cuando sembré las semillas
del helecho y el bambú, las cuidé muy bien. El helecho rápidamente creció. Su
verde brillante cubría el suelo.
-En el segundo año el
helecho creció más brillante y abundante y nuevamente, nada creció de la
semilla de bambú. Pero no renuncié al bambú.
-En el tercer y cuarto año,
aún nada brotaba de la semilla de bambú. Pero no renuncié.
-En el quinto año un
pequeño brote de bambú se asomó en la tierra. En comparación con el helecho era
aparentemente muy pequeño e insignificante.
-El sexto año, el bambú
creció más de 20 metros de altura…
-El bambú tiene un
propósito diferente al del helecho, sin embargo, ambos son necesarios y hacen
del bosque un lugar hermoso.
-Nunca te arrepientas de un
día en tu vida. Todos los días, los buenos, y los no tan buenos, son valiosos y
hay que vivirlos plenamente….
Si no conseguís ya lo que querés,
no desesperes… quizá sólo estés echando raíces…
El helecho y el
bambú
Repetimos el deseo de que estén bien, y de que, como el bambú, tengamos paciencia y salgamos
fortalecidos de esta situación. Un fuerte abrazo.
Equipo Escuela 312